La Universidad de Granada crea una aplicación para niños con necesidades especiales
Cada día vemos más aplicaciones en nuestros dispositivos para los más pequeños de la casa. Ya sea de cuentos, de hacer dibujos o de llevar granjas con animalitos. Las que no solemos ver son las aplicaciones para niños con problemas de comunicación y aprendizaje. En este sentido, la Universidad de Granada tiene mucho que ver. En este artículo describimos la aplicación que hemos descubierto para que todos los niños puedan disfrutar de una aplicación en estos nuevos dispositivos, que les guste.
La formación de niños con trastorno del espectro autista (TEA) o con síndrome de Down es uno de los principales retos del sistema educativo. Con el objetivo de facilitar la tarea a profesores y escolares con necesidades especiales, un equipo de investigadores de la Universidad de Granada ha desarrollado una aplicación denominada Picaa, disponible de forma gratuita en la tienda on line App Store para iPhone (teléfono móvil), iPad (tableta) y iPod Touch (reproductor multimedia).
Como explica Álvaro Fernández, creador de esta aplicación, ingeniero informático y profesor e investigador de la Universidad de Granada, «el profesor tiene un dispositivo y puede construir las actividades con el nivel de dificultad que desee. Y el alumno tiene otro, y realiza en él los ejercicios», que pueden ser actividades para trabajar la memoria, el cálculo o la adquisición de vocabulario y fomentar la percepción, el desarrollo de la retentiva y la coordinación ocular-manual.
La ventaja de estos recursos es que son muy atractivos para los niños, ya que cuentan con puzles, dibujos, sonidos, etc. Este es un aspecto muy importante sobre todo para estudiantes con problemas de comunicación y relaciones sociales, como los pequeños con autismo, o de aprendizaje, como los afectados por síndrome de Down.
Actividades diferentes según el desarrollo del niño
Desde que los investigadores de la Universidad de Granada empezaron a desarrollar la aplicación, han trabajado «junto con profesionales del ámbito de la educación especial, como maestros ologopedas».
Los niños autistas tienen dificultades para relacionarse con otras personas, así que el dispositivo hará de un buen mediador. Una actividad disponible en este sentido es la «exploración»: el niño toca el pictograma que simboliza ir al baño y suena la voz del profesor, que ha sido grabada con anterioridad.
Algunos de los ejercicios se pueden hacer de forma conjunta a través de tecnologías inalámbricas, como wifi o Bluetooth. Asimismo, el profesor puede introducir las particulares del alumno y la aplicación adaptará las características de las actividades, como el tipo de letra o la dificultad, a cada escolar. Otra de las ventajas que señalan los docentes es que se puede preparar el material desde casa o en el autobús.
La variedad que se pueden programar es inmensa: se pueden hacer muchos puzles, incluso subir una foto para convertirla en un rompecabezas, grabar el sonido de un familiar… «Todo ello con el objetivo de que las actividades despierten el interés de los niños. Para ellos es como un juguete pero, en realidad, están aprendiendo», destaca Álvaro Fernández.
Aunque para determinar la efectividad de esta aplicaciones, es aconsejable que se lleven a cabo estudios por expertos en estos temas. En este sentido, se llevaron a cabo unos estudios en el terreno con colegios de toda España en niños con necesidades especiales. Y aunque tras esos estudios se llego a la conclusión de que las mejoras eran «leves» los científicos aseguran que son mejoras significativas para estos niños (estudios publicados en la revista «Computers & Education). La aplicación existe en varios idiomas, para que niños de todo el mundo puedan utilizarla y para que además se puedan seguir llevando a cabo experimentos científicos al respeto en varios países del mundo.