¿Cómo sacar el máximo partido a las Rebajas de Invierno?

Se acercan el final de las fiestas y con ello, empiezan las primeras rebajas de invierno. Todo el mundo aprovecha esta época para permitirse esos caprichos que no puedo antes o en la fiestas. Pero no hay que comprar impulsivamente, y saber sacarle provecho, saber que se necesita realmente.

Hace unos años, la época oficial y legal de las rebajas de invierno eran del 6 de enero al 6 de marzo. Pero, desde 2013, se permitió a los comerciantes una libertad de poner cuando ellos quisieran y las promociones que quisieran en sus periodos de rebajas. Convertida ya en una costumbre, las rebajas de invierno siguen siendo un clásico por tener los mejores descuentos. ¿Cómo saber qué y cuánto comprar ante la tentación de tantas compras compulsivas?

Cómo aprovechar las rebajas

Mañana, 7 de enero, comienzan las rebajas en casi toda España. Aunque en algunas ciudades ya han empezado, el pistoletazo de salida se produce un día después de que Sus Majestades de Oriente hayan pasado ya por todas las casas, donde, incluso para los más mayores, quizás hayan dejado dinero para gastar en la primera temporada de descuentos del año.

Antes de lanzarse a la calle en busca del bolso, las botas o el abrigo deseados, hay que saber con precisión qué necesita cada miembro de la familia, qué será realmente útil y en qué se gastará cada céntimo. Así como se planean las compras de Reyes o los menús navideños para no salirse del presupuesto marcado, lo mismo debe hacerse durante las rebajas.

Conviene, pues, hacer adquisiciones meditadas y que sirvan para varias temporadas. La talla desempeña también un papel fundamental. Si se tiene una talla estándar, no se puede esperar mucho, ya que las prendas se agotarán. En cambio, las personas muy delgadas, o con números de pie que se salen de los más corrientes, pueden esperar más y hacerse con muy buenos artículos a precios mínimos.

También conviene tener en cuenta que, ya que habrá que padecer colas interminables en probadores y cajas, lo mejor es no ir los primeros días (hay más variedad y todas las tallas, eso sí) y acudir a los establecimientos comerciales entre semana, ya que estarán menos llenos que durante el fin de semana. Por supuesto, se vaya en las jornadas de descanso o entre semana, conviene no abusar de la tarjeta de crédito en estos días y pagar lo más posible en efectivo, ya que el gasto que se hace es más «visible».

Consejos de siempre para no tener problemas en rebajas

Además de aplicar la inteligencia y la moderación al salir de rebajas, conviene no olvidar los ya conocidos consejos para que los derechos como consumidor permanezcan inalterados durante este periodo de precios bajos. Así, hay que tener muy claro que:

  • La calidad debe ser la misma:

Hay que revisar bien la ropa, zapatos, electrodomésticos, muebles… que se compren, ya que en rebajas el artículo debe tener la misma calidad a menor precio. Si se venden taras, debe estar especificado, igual que si son saldos o liquidaciones.

  • La garantía es idéntica:

Como la calidad, las garantías no disminuyen al unísono del precio, sino que se mantienen intactas.

  • Las etiquetas deben marcar el precio rebajado y el anterior:

El etiquetado tiene que ser el mismo que el que llevan los productos que no están rebajados.

  • Si no se admiten cambios o devoluciones, la tienda debe avisarlo:

Antes de comprar algo, hay que saber si se puede cambiar algún producto y cuánto tiempo se tiene para hacerlo. Además, nunca hay que salir de un establecimiento sin conocer su política de devoluciones.

  • Hay que guardar los tickets:

Es un consejo obvio, pero a menudo los tickets se pierden entre la marea de papeles de la cartera. Como es la única prueba de haber comprado un producto en una tienda concreta, hay que cuidarlo y llevarlo -sin deteriorar- siempre que se desee reclamar, cambiar o devolver un artículo.

  • La publicidad es un contrato:

Los precios deben ser los que aparecen en los folletos o campañas publicitarias y durante todo el periodo para el que se anunciaban. Si el establecimiento no lo cumple, se puede denunciar.

  • Nunca hay que tener miedo a reclamar:

Muchas personas creen que no sirve para nada y, tras la rabia inicial, se olvidan de reclamar. Si se está disconforme, hay que solicitar la hoja de reclamaciones, rellenarla y, después, entregarla en la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor) de la ciudad o en alguna asociación de consumidores.

 

Según el calendario oficial de rebajas, hay que saber aprovechar al máximo las rebajas con el dinero de las estrenas de Navidad y Reyes. Comprar de forma moderada y pensada. Conocer los derechos del consumidor puede también ayudar a sacarle máximo partido a esta época de promociones.

Leer los últimos libros del momento sin gastarse mucho

Leer es un placer, pero puede resultar muy caro. Para los amantes de la lectura, existen diferentes formas de no disparar su presupuesto anual en la compra de los últimos libros del momento e incluso, de cualquier libro. En las bibliotecas, se hacen préstamos de libros, la compra de segunda mano también puede ser una solución o incluso formar parte de un club de lectura.

Cuatro modos de ahorrar sin abandonar la lectura

En muchos hogares, aún no se pueden realizar gastos extra, como el que supone la adquisición de un libro. Pero ello no tiene por qué implicar abandonar la afición lectora.

Así, es posible recurrir a distintos métodos para poder leer y no gastar demasiado. Está desde decantarse por el régimen de préstamo entre familiares o amigos, hasta adquirir ejemplares en condiciones ventajosas (en librerías de segunda mano). O cabe también la posibilidad de hacerse socio de un club de lectura, algunos de ellos en formato on line, que no exigen ninguna cuota, aunque a cambio hay que comprar varios libros al año (por un módico precio). Y para los más tradicionales, tampoco pueden faltar las visitas a las bibliotecas u otros centros culturales públicos que les den acceso a los títulos de los grandes escritores de todos los tiempos, uno de los mejores vehículos de ahorro para los grandes lectores.

1. Clubes de lectura:

En ellos, se tiene acceso a una amplia selección de obras, a cambio de darse de alta en el servicio. Los hay desde los que perciben una cuota mínima, con cobro mensual o anual, que da derecho a recibir libros con un coste reducido, a otros que solo requieren de los asociados, sin afrontar ninguna cuota, que realicen varios pedidos al año. En cualquier caso, tienen precios exclusivos en cultura y ocio y la comodidad añadida de recibir los pedidos en casa.

2. Libros de dominio público:

Supone una de las formas más interesantes para introducirse en la lectura sin gastar un solo euro, al descargarse libros digitales de forma ilimitada. Pero hay que tener en cuenta que deben ser de dominio público, y que no infrinjan licencias y derechos de autor. Se accede desde el ordenador personal, pero también a través de los más avanzados canales tecnológicos, entre los que destacan Android o iOS.

3. Bibliotecas:

Es la fuente más tradicional para encontrar un libro. Se pueden consultar obras de cualquier temática(desde Ciencias Sociales, Matemáticas, Filosofía… hasta los clásicos de la Literatura Universal e incluso los últimos superventas). Y siempre de forma gratuita, ya que basta con hacerse un carné para poder disponer de los títulos elegidos.

Estos centros educativos y culturales están presentes en toda la geografía nacional (bibliotecas nacionales, municipales y autonómicas). A ellos se añaden las de fundaciones, patronatos, obras sociales… que permiten que sus ejemplares pasen en régimen de préstamo a los demandantes de este bien cultural.

4. Intercambio cultural:

En algunos municipios españoles, y a instancias de sus corporaciones locales, se promueve la difusión de la lectura a través de los intercambios de libros entre los propios vecinos. Se basa en el viejo axioma de «yo dono uno para que otro lo lea», por el cual el usuario de este servicio cultural se beneficia de las aportaciones de los restantes lectores.

 

Además de estas cuatro formas de leer existen otras como la compra de libros usados en librerías especializadas en este tipo de libros teniendo una amplia oferta en su catálogo y con esta forma se puede ahorrar bastante. Otra también, puede ser recurrir a las librerías online en las que tienen libros de primera y segunda mano y se pueden recibir cómodamente a domicilio. El compartir libros entre amigos, familiares, conocidos puede ser una de las formas más económicas y también aprovechando descuentos que alguna librería cerca de nuestro domicilio haga de vez en cuando.