Bebé

Pasear a su bebé con seguridad

Ir al parque, ir a la compra, dar un paseo con su bebé siempre es agradable con la silla de bebé pero a veces, puedes resultar peligroso el colgar la compra o hay que tomar precauciones ante cualquier posible accidente. ¿Cómo saber si las sillas de paseo para niños son seguras y cuáles son peligrosas? Existe una normativa de seguridad que es aconsejable seguir para poder pasear con sus bebés con total tranquilidad.

¿Son seguras todas las sillas de paseo para bebés?

¿Qué silla para el paseo del bebé compro? Esta es una de las dudas que se plantean los padres cuando están a punto de recibir a un nuevo hijo en el hogar. En la elección de este accesorio imprescindible priman por lo general tres cuestiones fundamentales: estética, comodidad y precio. Sin embargo, además de estos factores, es necesario tener en cuenta otro aspecto esencial, la seguridad del niño.

Algunos de los incidentes en las sillas de paseo para bebés son provocados por hacer un mal uso de las sillas. Pero otros son consecuencia de un fallo de seguridad del propio artículo.

En España, hace cinco años, se ordenó la retirada de varios modelos de sillas de paseo para niños tras varias denuncias de consumidores. Estas sillas presentaban diversos «defectos o irregularidades que implicaban riesgos de diversa consideración» para los pequeños, como lesiones, malas posturas, riesgo de atrapamiento o asfixia, e incluso ciertos fallos en el sistema de frenado de las sillas de paseo.

Sillas de paseo para bebés seguras: normas

Para prevenir estos inconvenientes, antes de adquirir la silla de paseo es recomendable verificar que cumple con la normativa de seguridad aplicable a estos productos. En este caso, la norma europea EN 1888:2012 especifica los requisitos de seguridad para los transportes de ruedas de pequeños hasta 15 kilos.

Para obtener esta acreditación, los modelos de sillas de bebé deben superar un estricto control de pruebas de seguridad y resistencia que evalúan los siguientes aspectos:

  • No toxicidad para el niño. Tanto los materiales como la superficie de la silla de paseo con la que puede estar en contacto el menor no deben ser tóxicos para el pequeño, ni provocarle irritación.
  • Resistencia y estabilidad. Se trata de verificar que, a lo largo del tiempo y con un uso normal, la silla mantiene la resistencia mecánica al peso del bebé y a la carga habitual en su cestilla. Por otra parte, debe mostrarse estable aunque esté en una pendiente de al menos 12 grados de inclinación.
  • Diseño. Es necesario evaluar la silla para comprobar que su diseño y las formas de su estructura no implican riesgo de atrapamiento de los dedos, pies o cabeza del pequeño. Asimismo, es preciso corroborar que no existen piezas pequeñas desmontables que el niño se pueda llevarse a la boca y atragantarse con ellas.
  • Elementos de protección. La silla debe incorporar arneses de seguridad para retener al pequeño en su sitio durante la marcha y mientras esté sentado en ella. También tiene que contar con un debido sistema de frenado que impida la movilidad de la silla cuando está estacionada.

 

Finalmente, para una protección máxima, tener en cuenta unas cinco medidas para una silla de paseo segura. Es aconsejado tener cuidado al abrir y cerrar la silla ya que podrían cuasar daños en las manos de los niños y asegurarse que abrir y cerrar quede bien bloqueada para que no se abra o cierre de nuevo cerca del niño. Además, otro consejo a tener en cuenta es de bien sujetar el niño con los arneses añadiendo así mas seguridad. Utilizar los frenos cuando se detenga la marcha para impedir cualquier desplazamiento sea por una pendiente o por movimientos del bebé. No colgar muchas cosas en el manillar de la silla ya que, a la hora de la compra, se suele usar mucho como apoyo. Anclar y verificar bien todas las piezas para que no se separen de la silla.

Y ahora, el niño estará en toda seguridad para ir a dar el paseo tan deseado!