La Casa de Campo: un parque natural para practicar deporte en el centro de Madrid
La Casa de Campo tiene más de cuatrocientos años de historia y fue utilizada como finca agrícola y reserva de caza de los monarcas que residían en el cercano Palacio Real. En 1936 el Ayuntamiento de la República cedió el parque al pueblo de Madrid y desde entonces ha sido el lugar favorito para la práctica deportiva de numerosos madrileños.
La ruta de la Tapia
Podemos comenzar la ruta en el Polideportivo «Cuartel de la Montaña» situado en el Puente de los Franceses aunque al tratarse de una ruta circular el punto de inicio es arbitrario y se puede comenzar en cualquiera de los otros enclaves que cruzaremos en el itinerario como la explanada del Metro de Lago. El planteamiento del circuito de la tapia es muy sencillo: rodear completamente la Cada de Campo por el camino de perímetro paralelo al muro que cierra el acceso al parque. Este circuito es muy popular entre los corredoras de fondo madrileños. La tapia fue ideada por el arquitecto Ventura Rodríguez en el siglo XVIII como encargo de los reyes para «blindar»su finca ante el acoso de intrusos y cazadoras furtivos. En aquella época el único acceso al parque se hacia a través de «portillos» celosamente vigilados por guardas. En la actualidad gran parte de la tapia ha sido reconstruida siguiente el clásico estilo de ladrillo y pedernal tan habitual de la arquitectura madrileña del siglo XVIII. La ruta se propone en sentido contrario a las agujas del reloj y es por ello que desde la pasarela de la M-30 nos dirigiremos a la derecha para cruzar la vía del tren bajo uno de los ojos del puente de los Franceses, desde allí y junto al ferrocarril de Cercanías buscamos la pista paralela a la carretera de Castilla y que pasa por lugares tan pintorescos como el arroyo de Antequina o la fuente de la Casa Vacas.
Pasado el puente sobre la vía nos colocaremos en paralelo al muro del perímetro «la tapia» siguiendo una dura «pista-tobogán» que acompaña a la tapia durante más de cinco kilómetros. Pasaremos por los portillos de Somosaguas, Rodajos y Zarzón. Desde la puerta del Zarzón, junto al puente de La Culebra se plantean varias opciones ya que el cierre del circuito por su flanco sur está sujeto a distintas variantes. Para sacarle el máximo partido al circuito lo mejor es seguir para la pista paralelera a la vía del Metro hasta llegar al Lago y desde allí seguir por el paseo del Piñonero hasta la pasarela de la M-30 que nos devulve al Polideportivo.