Inteligencia emocional: estas películas te ayudarán a controlar tus emociones
Inteligencia emocional: estas películas te ayudarán a controlar tus emociones
Aprender a identificar nuestras emociones para poder gestionarlas con acierto, eso es la llamada ‘inteligencia emocional’. Así, ser inteligente en el terreno emocional supone, a grandes rasgos, enfrentarse al miedo, la ira, la alegría o la tristeza sin caer en bloqueos que no nos permitan seguir adelante. La inteligencia emocional, imprescindible para una vida plena, se adquiere con la experiencia y lo que día a día encontramos a nuestro alrededor. También con las películas. De hecho, el cine es una herramienta muy recomendable para que los niños desarrollen su inteligencia emocional.
Descubre qué filmes pueden ayudarte a ti y a tus hijos a gestionar mejor las emociones.
‘Del revés’ (2015)
Las emociones de una niña de 7 años son las protagonistas de esta película de Pixar, ganadora del Oscar a la mejor cinta de animación. Alegría,Tristeza, Miedo, Asco e Ira controlan sin problema la mente de la pequeña Riley hasta que la niña se traslada con sus padres a vivir a otra ciudad. Entonces se desata el caos.
‘Del revés’ nos enseña de forma entretenida a identificar las distintas emociones y a valorar la importancia que cada una de ellas tiene en la formación de nuestra personalidad. Además recrea con ingenio el funcionamiento de la memoria. Pero lo que es más importante: sirve de guía para enfrentarse a los cambios y a las situaciones traumáticas.
‘Monstruos S.A.’ (2001)
Fue el primer gran éxito de la factoría Pixar. Esta historia de una multinacional de monstruos que aterrorizan a niños habla del miedo y de la mejor manera de plantarle cara, que no es otra que enfrentándonos a él. También pone de relieve el poder de la risa, mucho más fuerte que el de cualquier temor. No sorprende, visto su planteamiento, que la película está escrita y dirigida en parte por el responsable de ‘Del revés’, Pete Docter.
‘Cómo entrenar a tu dragón’ (2010)
En este filme de DreamWorks, un joven vikingo entabla amistad con el mayor enemigo de su pueblo: un dragón. La historia, aparte de ser una maravilla en todos los sentidos, habla del poder de la amistad, de la tolerancia, de la importancia de buscar otra perspectiva y sobre todo de la necesidad de ser uno mismo, independiente, y no dejarse llevar por las creencias impuestas por los demás.
‘Frozen, el reino del hielo’ (2013)
El último gran éxito de la factoría Disney no sólo fomenta la relación entre hermanos y hermanas, sino que también alerta con su trama sobre los peligros de reprimir los sentimientos y de la falta de comunicación. En la película, ganadora de 2 premios Oscar, a mejor cinta animada y mejor canción, Elsa oculta sus poderes y se aísla de su familia porque desconoce el alcance de estos. Esa reclusión voluntaria tiene fatales consecuencias para su reino.
‘Shrek’ (2001)
Aparte de hacernos reír (y mucho), ‘Shrek’, la cinta animada que revolucionó la industria al atreverse a narrar un cuento infantil con un punto de vista diferente, nos anima a aceptarnos a nosotros mismos tal cual somos, con defectos incluidos. La película de DreamWorks también lanza el trillado mensaje de que la belleza está en el interior, pero la manera en que lo articula, parodiando los tópicos de los cuentos de hadas, hace que el mensaje sea mucho más efectivo.
‘Atrapado en el tiempo’ (1993)
La pequeña localidad estadounidense de Punxsutawney es conocida en medio mundo gracias a su peculiar celebración del Día de la Marmota, inmortalizada en la película ‘Atrapado en el tiempo’. En ella, un arrogante presentador de televisión interpretado por Bill Murray vive una y otra vez el mismo día. Lo que al principio parece una pesadilla se acaba convirtiendo en una oportunidad para conocer gente interesante, aprender nuevas habilidades, encontrar el amor… En otras palabras, que nuestro día sea bueno o malo es, al final, cuestión de actitud. El filme habla de eso y también de la importancia de vivir el momento, de mantener la esperanza, de la amistad…
‘El indomable Will Hunting’ (1997)
La película que supuso el descubrimiento de Matt Damon, y por la que él y Ben Affleck ganaron un Oscar al mejor guion original, es el ejemplo perfecto del poder de la argumentación para desarmar a un oponente. Es lo que hace el inteligentísimo Will Hunting cada vez que conoce a alguien nuevo que considera una amenaza. Pero en el terreno de las emociones interesa más el mensaje que el tutor del joven (interpretado por un excelente Robin Williams) intenta transmitirle: no hagas lo que los demás esperen de ti, haz lo que a ti te haga feliz. O dicho de otro modo, Will desarrolla la automotivación, que es uno de los rasgos que definen la inteligencia emocional según el psicólogo Daniel Goleman.
‘Mejor imposible’ (1997)
Seguro que recordáis la emocionante película de Mel Brooks con brillantes interpretaciones de Jack Nicholson y Helen Hunt. Nicholson es Melvin, un hombre que padece un trastorno obsesivo compulsivo y que actúa siempre de forma egoísta, hasta que emprende un viaje con una madre soltera y su vecino gay, viaje en el que aprende a pensar en los demás y descubre cómo sus actos afectan a las personas que viven a su alrededor. ‘Mejor imposible’ es una película aconsejable para fomentar la empatía, la capacidad de ponerse en el lugar del otro.
‘Buscando a Eric’ (2009)
Eric es un cartero británico fanático del fútbol que atraviesa una crisis vital, hasta que el futbolista Eric Cantora se le aparece en forma de alucinación y le aconseja intentar cambiar de vida. La película de Ken Loach, ganadora de un premio en el festival de Cannes, ejemplifica los beneficios de pedir ayuda, de comunicar las emociones… y también fomenta la asertividad, es decir, la capacidad de defender los derechos propios sin perjudicar a los demás.
‘Hotel Rwanda’ (2004)
El cruento relato del genocidio de Ruanda de 1994, cuando la población hutu asesinó a cerca de un millón de personas de minoría tutsi (y hutus moderados), también nos da una importante lección sobre inteligencia emocional. Y lo hace a través de la historia de Paul Rusesabagina, el director de un hotel que salvó la vida a un millar de personas, y que logró llevar a cabo su objetivo controlando de manera magistral sus emociones, sobre todo el miedo, y transmitiendo serenidad a una buena parte de los refugiados que dependían de él. Rusesabagina, a quien da vida Don Cheadle, es un claro ejemplo de autodominio, adaptabilidad e innovación.