Éxitos en tratamientos biológicos de las lesiones de rodilla
El sistema articular de la rodilla comprende dos articulaciones diferentes relacionadas entre sí. La rodilla está formada por la unión de dos importantes huesos: el fémur y la tibia, además de la rótula. Está rodeada por una cápsula articular y varios ligamentos que le dan estabilidad. Todo ello supone que la articulación de la rodilla sea una de las más complejas.
En los últimos años se ha avanzado mucho en tratamientos en lesiones de rodilla. Al margen del desarrollo de las técnicas quirúrgicas, se trabajan y desarrollan tratamientos biológicos con materiales biocompatibles para tratar lesiones en músculos, cartílagos y tendones, con buenos resultados.
El que mejores resultados da de estos tratamientos es el factor plaquetario de crecimiento, que se extrae del plasma de la sangre y que provoca una estimulación biológica en la zona afectada y ayuda a su recuperación y la cicatrización.
Respecto al uso de las células madre, las cuales estimulan las propias células del organismo con el fin de que generen un tejido específico (cartílago o músculo o hueso), sigue siendo una técnica en fase de desarrollo y, en la actualidad, con pocas aplicaciones clínicas.
La importancia de la artrosis en las lesiones de rodilla
Hasta hace poco, la artrosis era considerada como una enfermedad degenerativa, inespecífica, que atacaba a las articulaciones y que se encontraba relacionada con el sobrepeso. Hoy sabemos que la artrosis es una enfermedad que afecta a miembros de una familia y que hasta un 24% de los pacientes con artrosis presenta una predisposición genética. Provoca importantes daños en rodilla y en otras articulaciones.
La diferencia entre artritis y artrosis
La artrosis empieza afectando a la capa más superficial del cartílago haciendo que pierda su capacidad de retener agua y mantener hidratado al cartílago perdiendo su capacidad de resistencia. La artritis es una inflamación. También puede producirse por traumatismos, ejercicio físico excesivo, infecciones, etcétera.
El tratamiento de la artrosis se basa en analgésicos y condroprotectores; también se realizan infiltraciones locales y, en algunos casos, se tiene que implantar una prótesis de rodilla. El tratamiento de la artrosis de rodilla debe ser individualizado.