¿Es aconsejado comprar edredones de plumas de ave?
Hace poco, se descubrió, como los simples productos que contenían aves de plumas pueden provocar, no en todos los casos, en ciertas personas fibrosis pulmonar idiopática. Llega el invierno y pensamos que estamos muy a gusto tapados con nuestro edredón de plumas. Aunque las almohadas u otros textiles hechos con plumas de ave puedan parecer muy cómodos, los especialistas recomiendan tener cuidado ya que existe una patología respiratoria grave llamada fibrosis pulmonar idiopática que no se desarrolla en todas las personas, pero puede ocurrir en ciertas. Esto no significa que estos productos sean peligrosos ni que haya que desprenderse de ellos porque es una enfermedad poco frecuente. Para ello, simplemente hay que saber de qué se trata y cómo evitarla.
¿Qué es esta enfermedad?
La fibrosis pulmonar o neumonitis por hipersensibiliad es una enfermedad poco frecuente -pero grave-que provoca una inflamación de los pulmones hasta que se vuelven fibrosos, lo que conduce a un deterioro progresivo de la capacidad pulmonar e impide respirar con normalidad. Afecta por igual a ambos sexos y, en España, se estima que hay 10.000 personas que la padecen.
Cuando se diagnostica tarde, el pronóstico de vida del enfermo es de pocos años. Este retraso diagnóstico responde a que, si no se realiza un esfuerzo físico o se practica ejercicio que fuerce a los pulmones, estos apenas dan síntomas hasta que están muy afectados y se ha perdido más de la mitad de la capacidad pulmonar. Por ello, las personas que sufran ahogo al subir unas escaleras deben consultar al neumólogo.
Esta enfermedad se produce por una hipersensibilidad -no alérgica-a determinadas sustancias orgánicas procedentes de origen animal, vegetal o de microbacterias.
Tras su diagnóstico
El descubrimiento efectuado no ha sido fruto de la casualidad, sino de una dilatada experiencia y un meticuloso trabajo que ha durado siete años (de 2004 a 2011) y en el que se han estudiado a 46 pacientes. Al final, se pudo diagnosticar neumonitis por hipersensibilidad en 20 casos, de los cuales 10 eran debidos a la exposición continuada a los edredones de plumas.
El estudio de estos enfermos incluye, entre otras pruebas, un interrogatorio exhaustivo y sistematizado, determinación de anticuerpos frente a los posibles agentes causales, pruebas de inhalación, cultivos y visitas a la casa o el lugar de trabajo del afectado para realizar mediciones ambientales y detectar los antígenos que puedan provocar la fibrosis pulmonar.
Pese a que los fabricantes digan que están tratadas, las plumas desprenden un polvillo que atraviesa los poros de la sábana del cobertor y que cada vez que la persona que duerme se mueve, lo inhala. Si se tiene predisposición genética para padecer esta enfermedad, una ínfima cantidad diaria es suficiente para sufrir una reacción inflamatoria o fibrosis.
¿Qué hacer con los productos de plumas de ave?
El descubrimiento no significa que los ciudadanos deban deshacerse de forma masiva de los edredones de plumas, sino que permitirá determinar la causa de la fibrosis pulmonar en casos en los que hasta ahora no era posible y administrarles a los afectados el tratamiento más adecuado, basado en corticoides, que posibilitarán alargarles la vida.
Según los estudios, las almohadas con plumas de ave también tienen potencial para causar esta afección, pero es improbable que suceda lo mismo con los anoraks de plumas, puesto que se llevan poco tiempo. En cambio, la exposición al extracto de las plumas de los edredones y las almohadas se produce de forma continuada durante toda la noche.
Finalmente, los estudios indican que sólo uno de cada 5.000 usuarios de edredones de plumas puede contraer la enfermedad. La incidencia es mínima y, por lo tanto, no hay que tirar o dejar de comprar uno de estos edredones. En cuanto a los amantes de las aves domésticas a domicilio, estas también pueden ser causa de este tipo de enfermedad, aunque sea más peculiares.