Deportes

Entrenamientos por nuestra cuenta: ¿Por dónde empezar?

Existen todo tipo de ejercicios para realizar por nuestra cuenta, sin necesidad de ir a un gimnasio. El más conocido: el running. Pero, ¿por dónde empezamos cuando queremos entrenar seriamente?

Correr no es solo ponerse las zapatillas y quemar la suela. Este deporte que se está poniendo de moda exige un método, una estrategia y mucha técnica. Contar con el asesoramiento de un especialista es muy importante para conseguir ritmo adecuado y conseguir llegar a nuestros objetivos.

Para entrenar e ir a correr, es importante que la ropa que llevemos sea lo más ligera posible. Que nos permita transpirar y que mantenga la temperatura natural de nuestro cuerpo. De la misma forma, las zapatillas deben ajustarse siempre a nuestra pisada y garantizar una buena amortiguación: en caso contrario, las piernas empezaran a pesar y la carrera se hará muy incómoda.

Hay que saber que aunque el running sea el deporte más antiguo y más abierto a todas las edades, tienen muchos beneficios que ninguno de las otras actividades deportivas tiene. El running es ideal para fortalecer los músculos tanto de las piernas, como del abdomen, para quemar las grasas acumuladas, mejorar la circulación y aumentar nuestra fuerza y tono muscular. Además, es un deporte que cuando se hace bien y notamos nuestras mejoras, engancha. Practicar este deporte aumenta las endorfinas (hormona de la felicidad) y es una práctica ideal para desconectar del día a día y te motiva a conseguir retos y superar tus límites.

Lo más difícil es saber por dónde empezar

Antes de empezar a correr, hay que saber cuales son nuestros objetivos y planificar las carreras: al principio lo mejor es comenzar por pequeñas repeticiones, por ejemplo, 3 días a la semana realizar 3 series de 5 minutos e ir subiendo progresivamente hasta los 10 minutos con el objetivo de aguantar hasta los 45 minutos seguidos. Hay que empezar los primeros entrenamientos en terrenos llanos e ir subiendo poco a poco la resistencia en función de nuestras capacidades sin someternos a un estrés excesivo.  Lo más importante sin duda, es ser paciente y practicar.