Enfermedades muy comunes durante la primavera
Como dice el refrán «en abril, lluvias mil». Y es que con el mes de abril llega la primavera, el buen tiempo… y los resfriados. Las enfermedades como las amigdalitis y la sinusitis son las más comunes, pero no son las únicas enfermedades que contraemos en esta época. Los incesantes cambios de temperatura entre el buen tiempo y las lluvias repentinas hacen que nuestras defensas estén bajo mínimos y somo más propensos a contraer enfermedades como la varicela o la «enfermedad de la bofetada», que vamos a explicar en este post.
El megaloeritema o «enfermedad de la bofetada»
El megaloeritema es una infección vírica leve que afecta más durante la primavera y que está provocada por el parvovirus B19, un virus humano. También denominada «enfermedad de la bofetada», tal como su nombre deja entrever, es una erupción que se localiza en las mejillas. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), cerca de la mitad de la población adulta ha sufrido la infección, aunque muchos no lo recuerdan.
Se acompaña de síntomas similares al catarro, con poca fiebre y malestar general y, cuando ceden, surge la erupción de color rojo intenso. Después, el exantema se extiende hacia abajo en forma de manchas pálidas, excepto en el reverso de manos y pies. Con el tiempo, las manchas se van aclarando y terminan por desaparecer hacia las dos semanas. Otros signos pueden ser dolor articular (sobre todo en adolescentes y adultos) o anemia.
Tiene una incubación que va entre los 4 y los 28 días. Es una enfermedad muy contagiosa, que se transmite mediante las pequeñas gotas expulsadas por la boca al hablar, toser o estornudar (gotas de Flügge), o por compartir la cubertería con un infectado. No obstante, es benigna, no suele requerir tratamiento y la recuperación es rápida. No hay vacuna contra el parvovirus culpable pero, una vez superada, el afectado se vuelve inmune.
Personas con cardiopatía: cuidado en primavera
Los cambios estacionales influyen en las patologías cardiovasculares, y la primavera es una época en la que aumenta tanto la incidencia de infecciones respiratorias como de enfermedades alérgicas. Para Javier Ortigosa, miembro de laFundación Española del Corazón, los procesos infecciosos descompensan a los pacientes con cardiopatías, porque actúan como factor que predispone a la insuficiencia cardiaca.
Por ello, se recomienda que, cada año antes de que llegue el invierno, este grupo de población se vacune contra el virus de la gripe y el neumococo, ya que los cambios de temperatura habituales en primavera favorecen los procesos víricos, como bronquitis aguda y la neumonía.
Por otra parte, es habitual que los afectados por alguna alergia tomenantihistamínicos para aliviar los síntomas. Según declara Ortigosa, a pesar de que no suponen ningún peligro para los pacientes cardiópatas, hay que controlar a quienes, sea por la propia enfermedad cardiaca o como efecto secundario de algún otro medicamento, tienen el QT largo (anomalía del sistema de conducción del corazón).
Si la alergia reviste gravedad y la persona precisa corticoides, hay que extremar la vigilancia de la tensión arterial o del desarrollo de síntomas asociados a la insuficiencia cardiaca, puesto que estos medicamentos provocan en el organismo retención de sal y agua.
Otras enfermedades muy comunes que aparecen durante la primavera, como la varicela pueden, ser muy peligrosas. Se puede contagiar por contacto con las lesiones de la piel y produce picores intensos que empiezan en la cara y luego se extienden poco a poco por todo el cuerpo. Esta enfermedad, que suele aparecer antes de los 10 años crea una inmunidad para todo el resto de la vida del individuos que ya la haya padecido. Y aunque sea una enfermedad que dura dos o tres día, los especialistas recomiendan vacunarse contra la varicela a todos los pequeños.