Decorar unas ventanas con estilo con unas persianas venecianas
Las persianas venecianas son las que, además de cumplir con su función dar intimidad, consiguen crear un ambiente elegante en el hogar. Las peculiaridad de estas persianas es que al poder inclinarlas, añaden una función que las cortinas o persianas tradicionales no tienen: podemos regular completamente la cantidad de luz que entra en la habitación inclinando éstas como queramos. Además, como las lamas de aluminio son flexibles, las persianas venecianas de ese material permiten ver el exterior con facilidad.
Materiales de las persianas venecianas
Las persianas venecianas se construyen en general de tres materiales distintos: madera, aluminio y PVC. Las de madera son las que brindan una mayor sensación de elegancia. Son idóneas para ambientes clásicos y que procuren generar calidez y una cercanía con la naturaleza. Toleran muy bien la luz y el calor, aunque no tanto la humedad.
Por el contrario, las persianas de PVC resisten mucho mejor la humedad pero peor las altas temperaturas y la incidencia de luz. Por eso, son apropiadas para las ventanas de ambientes húmedos y por lo general con cristales esmerilados, como el cuarto de baño y la cocina.
Las de aluminio, por su parte, se adaptan a condiciones de altas temperaturas y la humedad. Aunque no las favorece, tampoco les resulta demasiado perjudicial. Son, en general, las más flexibles, lo que les da la ventaja extra de poder doblarse para ver desde el interior hacia fuera sin necesidad de mover toda la persiana.
Las cortinas venecianas de PVC y aluminio tienen un estilo más moderno: combinan mejor con ambientes más sencillos, tanto rústicos como minimalistas. Además, resultan bastante más sencillas de limpiar que las de madera.
Tamaño de las persianas venecianas
Otra de las grandes ventajas de las persianas venecianas es su bajo peso. Como son tan ligeras, a menudo basta con apenas un par de tornillos en la pared o el techo para sujetarlas.
Con respecto a su instalación, también es importante tener en cuenta si las hojas de la ventana son correderas o abatibles. En este último caso, hace falta dejar un espacio entre los soportes y el borde superior de la abertura, con el fin de que haya sitio para plegar la persiana y poder abrir y cerrar los cristales. La extensión dependerá de cuánto ocupe la persiana plegada.
En cualquier caso, conviene comprar una persiana un poco más ancha de lo necesario, en lugar de una que pueda resultar estrecha. Existe una herramienta muy práctica llamada cortador de venecianas, con la que es posible cortar de manera muy sencilla las lamas para adecuarlas al tamaño necesario. Sirve para las cortinas de aluminio y PVC, no para las de madera.
Para regular la extensión de la cortina, solo hace falta quitar las lamas que sean necesarias hasta lograr la medida adecuada. En este caso, lo fundamental es prestar atención al sistema de hilos de los cuales penden las tablillas. Están colocados de tal forma que, con una cuerda o una varilla, se pueden regular tanto el despliegue y la extensión de la cortina como la posición de las lamas, de la cual depende el mayor o menor paso de luz.
Otro punto a favor de estas persianas es que podemos decorarlas a nuestro gusto. Para ello, necesitaremos dos láminas de plástica transparentes que tengan el mismo tamaño que nuestra cortina que queremos decorar. En éstas láminas autoadhesivas pondremos las imágenes o dibujos que queremos añadir en nuestras persianas. Al pegar el dibujo sobre la cara autoadhesiva de la lámina, terminaremos poniendo ésta directamente en la cortina para que el plástico quede adherido a la persiana. Et voilà!