Hogar

¿Cómo cuidar las cortinas de duchas y bañeras?

¿Harto/a de tener cambiar tus cortinas de ducha o bañera cada cierto tiempo? Es cierto que, tras cada ducha, la humedad que se forma en el baño es causante del deterioro de nuestras cortinas formándose moho o suciedad en ellas. Al igual que estas sirven para evitar que el suelo, los sanitarios u otros objetos se mojen, es conveniente cuidarlas y limpiarlas para evitar estos problemas.

Prestar atención a la ventilación del baño

  • Ventilar la estancia siempre que sea posible. Esto es importante sobre todo después de que alguien tome una ducha o un baño. Esta necesidad es, además, proporcional a la temperatura del agua utilizada, ya que cuanto más caliente esté, mayor es la evaporación; y también a los niveles de humedad en el ambiente de la región donde la casa esté ubicada.
  • Si el cuarto posee una ventana que da al exterior (lo cual es siempre recomendable), se debe abrir al menos durante unos minutos después de la ducha o baño. En caso de que no tenga, lo apropiado es instalar un extractor de aire, que facilite la expulsión de la humedad y la renovación del aire de la estancia. Si el baño carece tanto de ventanas como de sistema de ventilación mecánica, se deberá procurar dejar la puerta abierta durante algunos minutos.

Evitar la humedad y los tirones

Otros consejos para evitar que la humedad y los tirones excesivos dañen la cortina son los siguientes:

  • Extender bien la cortina para evitar que se formen pliegues. Es en los pliegues donde la humedad queda retenida y es más fácil que aparezcan manchas de moho. Esto también puede ocurrir en la parte inferior de las cortinas, si quedan en contacto con los laterales de la bañera. En ciertos casos -sobre todo en cuartos de baño sin buena ventilación- puede resultar conveniente dejar la cortina extendida por fuera de la bañera, al menos hasta que se seque bien.
  • Evitar que la cortina quede muy cerca del techo. En lo alto de la estancia se concentran los mayores niveles de temperatura y humedad. Por eso, conviene dejar al menos 20 centímetros entre el techo y la parte superior de la cortina, de tal modo que esta no se exponga a esas condiciones.
  • Correr la cortina con suavidad. Si se ejerce una fuerza desmedida para correr la cortina, esta puede resultar dañada, así como las argollas o la barra que la sostienen. Si la barra está empotrada, se pueden perjudicar las uniones en la pared, mientras que si está sujeta a presión, hasta podría pasar que cayera al suelo todo el conjunto. Lo idóneo es correr las cortinas con suavidad, procurando tomar la cortina desde la parte superior.

 

Por último, a la hora de limpiar el baño, nos centramos principalmente en la limpieza de los sanitarios, del suelo, de los espejos, pero resulta que las cortinas también se deben limpiar. Si la cortina no tiene restos de suciedad o moho, su limpieza es rápida gracias a un paño mojado en salmuera dejando actuar un cuarto de hora y, después, enjuagar. Lo más complicado, es en el caso en el que la cortina presente ciertas manchas de moho, cuya limpieza deberá hacerse gracias a un producto más fuerte como la lejía diluida en agua aplicando así sobre la parte manchada. También se puede lavar gracias a la lavadora. No olvidar tenderla de manera que se seque por completo.