Flores todo el año en el interior de nuestra casa: la violeta africana

Ahora que llega el buen tiempo, la mayoría de nuestras plantas nos han dado flores. Pero no todas nuestras plantas tienen la capacidad de darnos flores durante todo el año. La violeta africana, además de ser muy decorativa porque puede dar flores de muchos colores, es de la pocas plantas que siguen dando flores durante todo el año. Y lo mejor de todo: sirve para decorar nuestros espacios interiores. En este post te contamos las claves de esta planta así como los los cuidados que necesita.

 

La violeta africana, flores todo el año

La violeta africana es un género compuesto por seis especies de plantas muy bonitas, que se adaptan muy bien a ambientes interiores. Su nombre científico es Saintpaulia, y el coloquial deriva de su parecido con lavioleta común (de la familia Violaceae). Además de su belleza, tiene la ventaja de dar flores durante todo el año, lo cual realza su valor decorativo.

Es una planta pequeña, que crece sobre todo hacia los costados. Por lo general, su altura no excede los 15 centímetros, mientras que de diámetro puede alcanzar el doble de ese tamaño.

Tiene hojas ovaladas o redondas, y unas flores que, según la especie, pueden ser violetas, moradas, azules o blancas. Los estambres, por su parte, son amarillos. Las flores están cubiertas por pilosidades que les dan a su superficie un aspecto aterciopelado. En la intensa vivacidad de estos colores suele radicar buena parte de su belleza.

Como su nombre común indica, esta planta es originaria de África. En concreto, de Tanzania y Kenia, en regiones del llamado bosque nuboso, de abundante vegetación, altos niveles de humedad y gran concentración de niebla al nivel del suelo. De hecho, la deforestación de estas tierras con el fin de utilizarlas para agricultura hace que muchas especies silvestres de violeta africana estén en peligro de extinción.

Cuidados y atenciones para la violeta africana

Estas plantas, y en particular sus flores, son bastante delicadas. Necesitan mucha luz, aunque, salvo en invierno, no deben quedar expuestas directamente al sol. Además, son vulnerables a las corrientes de aire. La mejor temperatura para ellas ronda entre los 17 y 21 grados, y no resisten fríos inferiores a 10 grados.

A la violeta africana tampoco le viene bien un riego excesivo. Si recibe demasiada humedad, muy pronto un moho gris terminará por acabar con sus hojas. La mejor manera para regarlas es por capilaridad, es decir, «desde abajo»: se coloca la maceta con la planta sobre un plato con agua y se deja allí durante una media hora; luego se retira el exceso de agua. Lo recomendable es realizar de forma periódica esta técnica, con el fin de evitar que la planta se seque demasiado.

Incluso excesos mínimos de humedad pueden dañar la planta. Por eso, si se desea limpiar el polvo de sus hojas, conviene hacerlo con unpincel seco de cerdas suaves, y nunca con un paño húmedo ni nada que implique mojar partes del ejemplar.

Otra ventaja de la violeta africana es que, como es pequeña, en generalno necesita trasplantes porque ya no quepa en el tiesto donde crece.Tampoco precisa demasiados abonos: le basta con un poco de fertilizante líquido en el agua de riego cada tres semanas en los meses de altas temperaturas (primavera y verano).

La mejor forma de riego es colocar la maceta sobre un plato con agua y dejar que la absorba por capilaridad. Por otra parte, si queremos conseguir más plantas la forma más sencilla de conseguirlo es utilizando las semillas, como siempre, pero también a traves de esquejes así como separando los retoños. Para terminar, hay que tener en cuenta que, como todas las especies de plantas de interior pueden sufrir la aparición de plagas de pulgones, trips, hongos o de cochinillas blancas y que por lo tanto, habrá que estar alerta si aparece una en nuestro interior.

Buceo en una pradera… bajo el agua

No, no lo estáis soñando. Tampoco es un montage: estas imágenes muestran una inmersión en una pradera con flores… bajo el agua. Cada año durante en la primavera los buceadores autriacos se apasionan por este sitio de buceo único en el mundo, el Grüner See, un lago situado cerca del municipio de Tragöß. Cuando llega el buen tiempo y que las temperaturas son más suaves, la nieve empieza a derretirse y se infiltra en el suelo del valle, el lago de llena de agua de color cristalina por la infiltración del suelo, que puede subir el nivel del agua hasta 11 metros.

Las praderas que se encuentran en el valle acaban inundadas aunque conservan sus espectaculares colores y su flores de primavera… ¡bajo el agua! Para los Austriacos es el mejor momento para ponerse el traje seco ya que aunque estas aguas cristalinas cuentan con una visibilidad excepcional (pudiendo llegar a los 40metros) perfecta para la fotografía submarina, la temperatura del agua no suele alcanzar los 8ºC. En cuanto a la fauna que podemos ver en las imágenes como la carpa, son traídas al lago directamente por los pescadores de la región.

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Los peces, incapaces de sentir el dolor

Según un estudio de un grupo de científicos américanos de la universidad de Wyoming, los peces serían incapaces de sentir dolor en ninguna parte de su cuerpo. Pese a los resultados obtenidos en otros estudios previamente llevados a cabo, parece que los peces no tienen un sistema neurológico suficiente para sentir de forma consciente el dolor.

Sienten simplemente un reflejo de auto protección

De esta forma, cuando un pez es pescado, su reacción es completamente inconsciente, por falta de nociceptores (los receptores sensoriales que transmiten el mensaje al cerebro). En el cuerpo humano, estos receptores del dolor mandan primero un mensaje que activa nuestro reflejo de protección (quitar la mano de un lugar que quema, por ejemplo) y después mandan la información al cerebro avisando de que se trata de una sensación desagradable. El cerebro finalmente lo interpretar según la sensibilidad de cada uno.

En el caso de los peces, los receptores de dolor sólo activarían el reflejo de protección, sin enviar ningún mensaje de dolor al cerebro ya que, el neocortex de los peces no está tan desarrollado como el de los humanos. De ésta forma, cuando inyectamos una solución ácida en la boca de una trucha, ésta se frotará la boca en el fondo del río y estará más alterada, pero en ningún caso sentirá el dolor, aseguran los científicos americanos.

Esto no significa que podamos torturar peces a partir de ahora: “El bienestar de los peces de muy importante, pero la pesca y la ciencia también lo son, nos indica el profesor Robert Arlinghaus, uno de los científicos de la universidad de Wyoming. Existen debates acerca de esta cuestión y los pescadores suelen ser tachados de sádicos crueles. Es un conflicto inútil” asegura el profesor Arlinghaus.

Un «hacker» en el estómago

Un revolucionario dispositivo similar a un marcapasos detecta cualquier alimento que el paciente ingiere y envía impulsos eléctricos al cerebro «informando» de la sensación de saciedad mediante la neuroestimulación. Este sistema, llamado Abiliti, que se instala por la via laparoscópica y no altera la fisiología del estómago, es mucho más seguro que la técnica de la banda gástrica: no tiene tantas complicaciones en el posoperatorio y reduce la morbilidad y el número de reintervenciones en un par de años. No exige tampoco el seguimiento de dietas complejas y facilita la reeducación del paciente en relación a los hábitos alimentarios. Además, desde un ordenador, el médico puede controlar por Wi-Fi todos los datos acumulados en el dispositivo.

Recientemente, el doctor Manuel Mirás, jefe del servicio de cirugía digestiva de la clínica La Luz de Madrid, ha implantado por primera vez en España este dispositivo a 2 pacientes con obesidad mórbida. Estas personas esperan perder, como las previsiones lo indican, entre el 21 y 35 por ciento del sobrepeso en un año. Silke, la primera paciente a la que se le aplicó la técnica en Alemania perdió 36 kilos en los 10 meses siguientes a su operación. El dispositivo se instala mediante cirugía mínimamente invasiva en la pared exterior del estómago, a través de una cánula que alcanza el interior y que es capaz de detectar el momento en que el paciente ingiere alimento sólido o líquido. Entonces, el sistema se pone en funcionamiento y envía impulsos eléctricos de bajo nivel a la pared del estómago provocando su distensión y, en consecuencia, una sensación de saciedad antes de que este se llene. Pero aún hay más: el dispositivo es, a su vez, un espía que registra automáticamente en su memoria cuándo el paciente come, bebe, o hace ejercicios. Vía Wi-Fi, el médico y el paciente pueden ver si así los datos de consumo de alimentos y ejercicio, lo que les permite desarrollar estrategias eficaces para optimizar la pérdida de peso. El médico puede también calidad de esta forma la intensidad de la neuroestimulación del estómago, ajustándola a la evolución del paciente, sin necesidad de una nueva intervención quirúrgica.

Según las investigaciones en Alemania, e Inglaterra -los otros países que, con España, implantan esta nueva técnica en Europa-, este apoyo externo aumenta la eficacia del programa de adelgazamiento ya que el contacto con una valiosa red social de apoyo estimula aún más a los pacientes. «Es una clara alternativa a la banda gástrica, la técnica de cirugía bariátrica más utilizada -explica el doctor Manuel Mirás-. Y es que es menos agresiva, no altera la fisiología del estómago -como sucede con la banda ajustable y el bypass gástrico- y se puede realizar en régimen ambulatorio. Además, presenta menos complicaciones posquirúrgicas. Es de esperar que con el tiempo de este sistema pueda sustituir a la banda gástrica»

Conservar el ajo de adecuadamente para luchar contra la aparición de la fusariosis

El ajo, uno de nuestros grandes aliados en la cocina son, aunque no lo parezca, muy delicados. Muchas veces, si se conservan a temperaturas inadecuadas puede causar la aparición de hongos, responsables de que se pudran y ya no se puedan cocinar. Ya que para muchos hogares el ajo es un alimento más en su dieta diaria, es importante que éste se conserve correctamente. En este post vamos a ver como puede afectar las temperaturas a los ajos y de la misma forma, veremos como conservala de la mejor forma para que no se deterioren.

Hongos, ajos y temperatura

Los expertos llevan años con la investigación para luchar contra la enfermedad de los ajos que provocaFusarium proliferatum. En concreto, se han estudiado factores como la sensibilidad de ciertas variedades a la podredumbre, e incluso el efecto de los tratamientos de los fungicidas que se usan durante la siembra sobre el control de la enfermedad durante esta fase. Una de las novedades de los distintos estudios ha sido identificar la importancia, en la lucha contra fusariosis, del bulbo del ajo. También se ha dado más importancia a la temperatura a la que se mantienen durante el proceso de almacenamiento ya que han comprobado que esta afecta de forma directa en su prevención.

Durante uno de los últimos estudios se ha determinado que la podredumbre aumenta si la temperatura de almacenamiento es de 20ºC, sobre todo en la variedad de ajo blanco, cuyo índice de pudrición aumenta tras dos meses de almacenamiento. Según la investigación, el diámetro de crecimiento del hongo difiere con la temperatura. El crecimiento es mínimo tras 9 días a 5ºC y 40ºC; es máximo a 25ºC; y menor a 15ºC. La conclusión es que temperaturas de entre 20ºC y 25ºC causan el mayor crecimiento de hongos, mientras que en los dos extremos, es decir, temperaturas más bajas o más altas (15ºC-25ºC) el crecimiento es más lento. Si los ajos se almacenan en una cámara refrigerada (unos 5ºC), el hongo detiene su actividad y, por tanto, se paraliza la podredumbre, pero este no muere.

El hongo reanuda su actividad cuando se retira de la zona refrigerada y se pone al mercado. A pesar de los avances conseguidos, aún quedan respuestas por responder, como si un diente de ajo con síntomas de la enfermedad supone un aumento de podredumbre para el resto durante el almacenamiento.

Selección y conservación de ajos en casa

Cuando se vaya a comprar ajos, debe asegurarse de que los bulbos estén limpios de tierra y sin mohos o manchas en la piel, lo que significaría que la conservación ha sido deficiente. Los ajos amarillentos y huecos es mejor rechazarlos porque están envejecidos. Hay dos principales variedades de ajos: ajo blanco y ajo morado. El primero se conserva menos tiempo que el de color. Todos, sin embargo, deben guardarse en un sitio fresco, seco y con ventilación para que no se enmohezcan y empiecen a germinar.

Si los dientes se separan, se pueden conservar sin pelar en un frasco con agujeros, o pelados en un bote de cristal y en la nevera cubiertos de aceite. Los ajos también pueden congelarse, no más de dos meses porque pierden sus propiedades organolépticas. Diversas investigaciones atribuyen al ajo una actividad antimicrobiana frente Staphylococcus aureusSalmonella typhiE. coli (una de las más sensibles) y Listeria monocytogenes (la menos sensible). Según estos estudios, el uso de ajo aumentaría la vida útil y disminuiría las posibilidades de intoxicación alimentaria y el deterioro en los alimentos procesados.

 

No fue hasta el año 2010, cuando se descubrieron una gran cantidad de plantaciones afectas por este hongo que se decidió llevar a cabo varios estudios. Así pues, el estudio de la Universidad Politécnica de Madrid demostró que el Fusarium proliferatum era el causante de las grandes pérdidas económicas de los agricultores de ajos. El Fusarium proliferatum es un hongo que afecta directamente a los bulbos de los ajos haciendo que éstos se pudran y, por lo tanto, haciendo que sea imposible consumirlos. Éste problema afectó sobre todo a los agricultores ya que el hongo apareció durante el  los pasos posteriores a la recolección, como son el secado, acondicionamiento y conservación de los mismos.