Alimentación saludable: ¿de qué se compone?
Todos lo sabemos: mantener una alimentación equilibrada y saludable es muy importante para nuestra salud, pero no es fácil. Existen claves como comer 5 frutas y verduras al día, o beber dos litros de agua, que pueden ayudarnos a seguir algunas pauta. Pero, realmente ¿de qué se compone una alimentación saludable? En este post te explicamos las claves de una alimentación saludable, según los expertos de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas.
Características principales de la alimentación saludable
La definición de «alimentación saludable» incorpora diversos conceptos -como armonía, equilibrio o sostenibilidad- que pueden generar dudas. Por ello, el GREP-AEDN los ha detallado uno a uno, para evitar ambigüedades. De este modo, para que nuestra alimentación se considere saludable, debe ser:
- Satisfactoria: agradable y placentera para los sentidos.
- Suficiente: que cubra las necesidades de energía, en función de las necesidades de las diferentes etapas o circunstancias de la vida.
- Completa: que contenga todos los nutrientes que necesita el organismo y en cantidades adecuadas.
- Equilibrada: con una mayor presencia de una amplia variedad de alimentos frescos y, sobre todo, de origen vegetal, y con una escasa o nula presencia tanto de bebidas alcohólicas como de alimentos con baja calidad nutricional.
- Armónica: con un equilibrio proporcional de los macronutrientes que la integran.
- Segura: sin dosis de contaminantes biológicos o químicos que superen los límites de seguridad establecidos por las autoridades competentes, o exenta de tóxicos o contaminantes físicos, químicos o biológicos que puedan resultar nocivos para individuos sensibles.
- Adaptada: que se adapte a las características individuales (situación fisiológica y/o fisiopatológica), sociales, culturales y del entorno del individuo.
- Sostenible: que su contribución al cambio climático sea la menor posible y que priorice los productos autóctonos.
- Asequible: que permita la interacción social y la convivencia y que sea viable desde el punto de vista económico para el individuo.
¿Dieta variada o equilibrada?
En el año 2006, la Comisión Europea publicó un Eurobarómetro denominado ‘Salud y alimentos'. En él preguntó a una muestra representativa de la población europea qué creía que definía a una alimentación saludable. La mayoría respondió «seguir una dieta equilibrada», pero también «consumir una variedad de diferentes alimentos».
Tan solo un año después, se publicó el libro ‘Nutrición en Salud Pública', en el que el doctor Miguel Ángel Royo detalló dos cuestiones:
- Por una parte, que pese a que la variedad dietética puede mejorar el perfil nutricional de la alimentación, también puede modificar el umbral de saciedad y, por tanto, incrementar la cantidad de alimentos ingeridos.
- Por otra parte, que en poblaciones con un patrón dietético de carácter occidental, una mayor variedad de la dieta se asocia a un mayor consumo de alimentos muy procesados y con alta densidad energética.
La importancia de llevar una dieta saludable reside en prevenir problemas de obesidad o problemas cardiovasculares que pueden aparecer a la edad adulta. Hay que tener mucho cuidado de los alimentos considerados «saludables» que pueden esconder características no recomendables, pero que vienen ocultas. Para concluir, hay que tener en cuenta que para la mayoría de dietistas, una dieta saludable consiste en tomar una amplia variedad de alimentos frescos y naturales.