Es cada vez más habitual recurrir a nuestras propias manos para reparar alguna grieta que haya aparecido en las paredes de nuestra casa. La mayoría de los tabiques de yeso que tenemos en casa suelen dejar un aspecto bonito en nuestra casa pero también es muy frecuente que aparezcan grietas con el paso del tiempo por el deterioro de este material. En este post vamos a ver como reparar manualmente esas pequeñas grietas que realmente, no necesitan una mano de obra muy cualificada para obtener el resultado deseado.
Reparar una grieta en una pared de yeso
El yeso otorga a las paredes interiores un óptimo acabado, pero a veces presenta ciertos problemas que, pese a no ser muy importantes, pueden afearlas bastante. En concreto, las grietas en las paredes de yeso son un problema frecuente, que a menudo surge cuando el trabajo de instalación no ha sido realizado de manera perfecta. En cualquier caso, conviene conocer los recursos básicos para solucionarlo.
Si aparece una grieta en la pared, lo conveniente es repararla lo antes posible. Para ello, hay que abrir más el hueco con una espátula o un rascador triangular. Esto puede parecer contraproducente, porque lo que se desea es tapar el agujero y lo que se hace como primera medida es agrandarlo más. El caso es que la grieta que aparece en la superficie es la manifestación externa de un problema que ha surgido en el interior de la pared. Por eso, la solución no consiste en aplicar un arreglo superficial, sino en resolverlo de una manera un poco más profunda.
El hueco que queda en la pared debe ser una cuña con forma de V. El ángulo formado de esta manera ayuda a que la pasta de relleno se adhiera mejor. Tras abrir lo suficiente el canal en toda la extensión de la grieta, hay que limpiar bien para eliminar todo el polvo que sea posible. Para tal fin, se puede pasar primero un pincellimpiador y luego echar algo de agua, que arrastre las partículas más finas. Tras dejar que la pared seque, ya estará preparada para la aplicación del relleno.
Rellenar la grieta en una pared de yeso
Para la reparación del hueco en la pared, se ha de utilizar una pasta de relleno. Las pastas de uso más frecuente en la actualidad son masillas y plastes. Antes para esta tarea se empleaban también yesos y escayolas, pero estas sustancias más modernas ofrecen varias ventajas relacionadas con su dureza, su capacidad de secado y su adherencia. Es importante, antes de aplicar la pasta de relleno en la grieta aparecida en la pared, limpiar bien el hueco. La herramienta apropiada para este trabajo es una espátula pequeña, que permita alcanzar todos los huecos de la grieta.
La pasta se aplica de manera perpendicular a la grieta. Es decir, si la grieta sigue una dirección vertical, la manera correcta de colocar la pasta de relleno es con pequeñas pasadas horizontales y en ambos sentidos: unas de derecha a izquierda y las otras, al revés. La herramienta apropiada para este trabajo es una espátula no demasiado grande, para poder trabajar de forma más cómoda en los espacios reducidos del hueco en la pared.
El objetivo es ocupar con la pasta todo el interior de la grieta. Alternar el sentido de las pasadas con la espátula tiene esa finalidad: evitar que queden burbujas de aire en el interior de la pared. También se debe procurar que no quede un exceso de material sobre el nivel de la pared, pero, sobre todo, que no falte. El fin es que la superficie quede lo más lisa posible, sin irregularidades.
Después de haber rellenado las grietas aparecidas en nuestra pared, es importante dejar de que pasta seque. Dependiendo de la pasta que utilicemos, el tiempo estimado para que seque podría variar. Es posible que cuando se haya secado del todo notemos que la pared necesite unos pequeños retoques más ya que al secarse, esta pasta puede perder un poco de volumen. Tras aplicar todas las capas, necesarias para que el resultado quede impecable, solamente nos quedaría lijar la superficie con la ayuda de papel de lija.