Cómo trabajar en equipo: consejos útiles para mejorar
Empatía, inteligencia emocional, comunicar en positivo, claridad, concisión, definición de roles… ¿Conoces las claves para comunicarte con tu equipo y trabajar conjuntamente en la resolución de tareas? No existen fórmulas mágicas para la comunicación y el liderazgo pero, sin duda, el reparto de roles y la fluidez de la información entre departamentos y áreas son la base para el correcto funcionamiento y el perfecto engranaje de la máquina.
La motivación laboral no es un falso mito. Es una realidad. Y crear equipos altamente eficientes pasa por ahondar en la comunicación interna como pilar fundamental para la proyección externa de la empresa u organización.
Escuchar y preguntar, claves para el trabajo en equipo
Para construir un trabajo en equipo efectivo y así cumplir las metas determinadas, es necesario que los miembros del grupo desarrollen habilidades personales tan básicas como saber escuchar. Eso significa reconocer el lenguaje verbal y postural y practicar la empatía con quien nos traslada necesidades, métodos de trabajo, tareas pendientes o acciones a desarrollar…
Escuchar y entender a quién nos habla dentro de un proceso de comunicación interna, significa preguntar, solventar dudas, debatir y resolver conflictos o puntos de vista contrarios. Preguntar no es desconocer, es sinónimo de querer aprender y avanzar. La comunicación en equipos de trabajo no deja de ser una conversación organizada y como tal debe plantearse.
La flexibilidad de los miembros del equipo de trabajo es clave para el desarrollo de nuevas dinámicas. En la comunicación esto se traduce en asumir nuevas normas, reglas y hábitos en las organizaciones, sin que esto genere conflictos: ceder, negociar y plantear contrapropuestas en un entorno útil y positivo.
Claridad en la distribución de tareas y funciones
Cada miembro del equipo tiene un área de influencia. La definición de roles y objetivos es fundamental para la estabilidad del conjunto. Cada parte forma parte del todo y el bien común es el fin último. Cada uno de los integrantes actuará con seguridad en su entorno si dispone de información clara y concisa de qué es lo que queremos hacer, cual es el objetivo y cómo lo vamos a hacer. En todas las organizaciones existen jerarquías y estructuras, compartir la información no significa poner en jaque la estabilidad empresarial sino, al contrario, es fortalecer el conjunto. Tener la fotografía final del conjunto permite a cada área resolver su parte. Los diferentes partes del equipo no son compartimentos estancos, su relación y correcto engranaje permite obtener resultados satisfactorios. La comunicación fluye en todas las direcciones: vertical y horizontal.