Foto extraida del video de Youtube
Todo lo que debes saber sobre la vacuna de los 15 meses
La vacuna de los 15 meses es como ese amigo que siempre llega tarde a la fiesta, pero cuando aparece, lo hace con todo el arsenal necesario para proteger a tu pequeño. En esta etapa, los bebés reciben refuerzos de vacunas que ya habían recibido antes, como la DTPa (difteria, tétanos y tos ferina), la polio y la Haemophilus influenzae tipo b. Además, se suele administrar la primera dosis de la vacuna contra el sarampión, la rubeola y la parotiditis (SRP). Vamos, que es como un combo de superhéroes que se unen para defender a tu hijo de esos villanos microscópicos que andan por ahí.
Ahora bien, ¿qué pasa si tu bebé tiene fiebre después de la vacuna? Tranquilo, es como si su cuerpo estuviera haciendo un entrenamiento intensivo para ganar la batalla. La fiebre leve, el enrojecimiento en la zona de la inyección o un poco de malestar son respuestas normales. Pero, ¡ojo! Si la fiebre sube demasiado o notas algo raro, es mejor consultar al pediatra. No se trata de ser alarmista, pero mejor prevenir que lamentar, ¿no? Además, mantener a tu pequeño hidratado y darle un poco de mimos extra nunca está de más.
Y hablando de mitos, no, la vacuna de los 15 meses no va a convertir a tu hijo en un robot ni le va a dar superpoderes (aunque eso último estaría genial). Lo que sí hace es protegerlo de enfermedades que pueden ser graves. Así que, aunque ver a tu bebé llorar por un pinchazo no sea precisamente tu momento favorito del día, piensa que es por su bien. Y si te sirve de consuelo, siempre puedes prometerle un helado después, aunque probablemente no lo recuerde.
¿Y si tengo dudas? Aquí las respuestas que necesitas
¿Qué vacunas se aplican a los 15 meses?
En esta etapa, se administran refuerzos de la DTPa, la polio y la Haemophilus influenzae tipo b, además de la primera dosis de la SRP (sarampión, rubeola y parotiditis).
¿Es normal que mi bebé tenga fiebre después de la vacuna?
Sí, es completamente normal. La fiebre leve es una respuesta del sistema inmunológico. Sin embargo, si la fiebre es alta o persiste, consulta al pediatra.
¿Puedo posponer la vacuna si mi bebé está resfriado?
Depende. Si es un resfriado leve, no suele ser un problema. Pero si tiene fiebre o está muy enfermo, es mejor esperar y consultar con el médico.
¿Qué hago si mi bebé llora mucho después de la vacuna?
Un poco de llanto es normal. Intenta calmarlo con mimos, su chupete favorito o distrayéndolo con algo que le guste. Si el llanto es excesivo o dura mucho, consulta al pediatra.
¿Es seguro administrar varias vacunas al mismo tiempo?
Absolutamente. Las vacunas están diseñadas para ser seguras y efectivas incluso cuando se administran juntas. No hay riesgo de sobrecargar el sistema inmunológico de tu pequeño.
Por qué es crucial aplicar la vacuna de los 15 meses a tiempo
La vacuna de los 15 meses no es solo un pinchazo más en el calendario de tu pequeño, es como el guardaespaldas que lo protege de enfermedades que podrían arruinarle la fiesta de la infancia. A esta edad, el sistema inmunológico de los niños está en pleno desarrollo, y esta dosis actúa como un entrenador personal que lo fortalece para enfrentar virus y bacterias que andan rondando como invitados no deseados. Si te saltas esta cita, es como dejar la puerta abierta para que esos bichos malos hagan de las suyas.
El calendario de vacunación no es un capricho, está diseñado con la precisión de un reloj suizo. La vacuna de los 15 meses, que suele incluir protección contra enfermedades como el sarampión, la rubéola y la parotiditis, tiene un timing perfecto. Si te retrasas, el riesgo de que tu hijo se exponga a estas enfermedades aumenta, y no queremos que el pobre termine convertido en un imán de virus. Además, vacunar a tiempo no solo protege a tu hijo, sino que también contribuye a la inmunidad colectiva, que es como un escudo gigante que protege a toda la comunidad.
¿Qué pasa si no cumples con el plazo?
Si te olvidas de la vacuna de los 15 meses, no es el fin del mundo, pero tampoco es algo que puedas tomar a la ligera. Las enfermedades que previene esta vacuna son como esos vecinos ruidosos que no dejan dormir: molestas y difíciles de ignorar. El sarampión, por ejemplo, puede causar complicaciones graves, como neumonía o encefalitis, y nadie quiere que su hijo pase por eso. Así que, aunque la vida esté llena de imprevistos, esta cita con el pediatra debería estar en tu lista de prioridades, junto con el café de la mañana y el pijama de unicornio de tu peque.
Preguntas que te harán sentir como un experto
- ¿Qué vacunas se aplican a los 15 meses? Normalmente, se administra la triple viral (sarampión, rubéola y parotiditis) y, en algunos casos, la vacuna contra la varicela.
- ¿Qué efectos secundarios puede tener? Lo más común es un poco de fiebre o enrojecimiento en la zona del pinchazo, pero nada que un abrazo y un helado no puedan solucionar.
- ¿Qué hago si me retrasé en la aplicación? No te preocupes, habla con tu pediatra para reprogramarla lo antes posible. Más vale tarde que nunca, pero mejor temprano que tarde.