¿Cómo actuar ante una avería de nuestro coche?
Ante todo calma y control. Es importante mantener bien señalizado el lugar dónde el coche está parado tanto si es en autovía, carretera o ciudad. Prisas, atascos y caos circulatorio son los principales problemas a los que estamos acostumbrados en nuestra rutina diaria, cuando circulamos con nuestro coche, tanto en ciudad como en carretera. Sin embargo, cuando el coche se para de repente, sin saber el por qué, los atascos ya se vuelven el menor de nuestros problemas. Tanto en zona urbana como en carretera, es importante bien señalizar a los demás conductores el problema y mantener la calma. A todos nos puede pasar, no se preocupen.
En cuidad:
Cuando un vehículo se para y no hay manera de hacer que vuelva a arrancar, o si empieza a salir humo del capó… lo mejor es que suceda en ciudad. Más que nada, porque es más sencillo conseguir ayuda. Si el automóvil se detiene o se detecta que algo no marcha bien, lo más prudente es seguir las siguientes indicaciones:
- Mantener la calma: no hay peor reacción que la angustia, la ansiedad o la pérdida del control ante una avería que nos deja parados en mitad de la calle, y ante la impaciencia del resto de conductores. Aislarse de las críticas y estar en calma permite pensar con claridad, y se actúa con mayor rapidez.
- Señalizar lo antes posible la avería: lo normal es hacerlo mediante los cuatro intermitentes y hacer señales a los vehículos que vienen detrás. Si es de noche, conviene también encender las luces del coche.
- Activar el freno de mano.
- Apagar el motor.
- Si al pararse el automóvil, impedimos el paso de otros vehículos, hay que moverlo para que estorbe lo menos posible. En ciudad siempre suele haber gente que ayuda para sacar el coche fuera de la calzada.
- No es obligatorio ponerse el chaleco reflectante cuando se está en ciudad. Sin embargo, si la avería se produce en la periferia o en alguna calle que esté poco iluminada, o por la noche, sí es aconsejable usarlo.
- Tampoco es obligatorio colocar los triángulos de emergencia.
En carretera:
- Ante todo, mucha calma: como en ciudad, pero más aún en el caso de la carretera, mantenerse sereno, pensar y actuar con tranquilidad es clave para que la situación sea lo menos peligrosa e incómoda posible.
- Señales luminosas: antes de colocar los triángulos (en especial si la avería es en plena curva), hay que tratar de avisar a los otros conductores mediante señales. Así se evitará que colisionen con el coche parado.
- Apartarse para no estorbar: hay que aprovechar la inercia del vehículo para intentar apartarse de la vía lo antes posible.
- Chaleco: hay que ponerse el chaleco reflectante antes de salir del coche, por lo que se tienen que llevar en el interior del habitáculo. Solo es obligatorio que lo use el conductor.
- Triángulos: conviene esperar a que el tráfico baje un poco. Entonces, se colocan los triángulos de señalización. Antes de abrir la puerta, hay que estar seguro de que no hay peligro y de que se es perfectamente visible. ¿Cómo ponerlos?
- En vías de dos sentidos de circulación, que no tengan dos carriles en cada sentido, colocaremos un triángulo por delante y otro por detrás, a una distancia mínima de 50 metros del coche.
- Si la calzada es de un único sentido (autopista o autovía) o si tiene más de tres carriles en el mismo sentido, basta con poner el triángulo trasero.
- Andar por el arcén: cuando se coloquen los triángulos, hay que andar por el arcén o, mejor aún, por fuera de la carretera.
- Llamar al seguro: una vez señalizado que el coche está parado, hay que situarse en un lugar lo más seguro posible y llamar a la compañía de seguros para que acuda a prestar su atención y ayuda.
Último consejo: cualquiera que sea el lugar de avería del coche (ciudad, carretera, autopista, autovía, etc.), lleve siempre a mano un móvil con batería cargada y no olvide los principales números de emergencia, la compañía aseguradora, o incluso, el de la Policía o Guardia Civil.